La gestión eficiente del agua es un desafío constante para el sector agrícola de Chile. La falta de recursos hídricos, sumado al cambio climático, ha llevado a los agricultores a buscar soluciones innovadoras y sostenibles para mantener sus cultivos. En este contexto, la Comisión Nacional de Riego (CNR) juega un papel fundamental al poner a disposición recursos significativos para apoyar proyectos de riego, que son esenciales para el desarrollo económico y social de las regiones agrícolas del país.
Este 2025, la CNR anunció un presupuesto récord de $125.000 millones para financiar proyectos de riego en todo Chile. Este monto tiene como objetivo mejorar la infraestructura hídrica y promover la tecnificación del riego, con especial atención a las pequeñas y medianas agriculturas. Este artículo profundiza en los detalles del presupuesto y los concursos disponibles para los agricultores, con un enfoque particular en la región del Maule, que es una de las más beneficiadas por este plan.
Un Presupuesto Histórico
Durante la inauguración del Canal Quillayes en la comuna de Sagrada Familia, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, dio a conocer el calendario de concursos para 2025 bajo la Ley de Riego, con un presupuesto histórico de $125.000 millones. De estos recursos, el 60% será destinado a obras asociativas y organizaciones de usuarios de agua, mientras que el 40% restante se enfocará en la tecnificación del riego, particularmente en la pequeña y mediana agricultura.
El ministro Valenzuela explicó que este enfoque busca optimizar el uso del agua en la agricultura, mejorando la producción y calidad de vida de los agricultores. La tecnificación del riego, mediante el uso de tecnología de punta, permitirá a los productores agrícolas gestionar mejor el agua, reduciendo desperdicios y mejorando los rendimientos de sus cultivos.
Concursos de Riego y Nuevas Iniciativas
Una de las novedades más destacadas de los concursos de riego de 2025 es la inclusión de nuevas categorías, como el primer concurso nacional de innovación en riego, que busca incentivar el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones para la gestión hídrica. Además, se han establecido concursos específicos para mujeres y pueblos indígenas, con montos exclusivos para promover la participación de estos sectores en proyectos de riego.
En total, se llevarán a cabo concursos de tecnificación y obras civiles en diversas regiones de Chile, lo que permitirá distribuir equitativamente los recursos disponibles. Todos los concursos y las fechas de postulación están disponibles en el sitio web oficial de la CNR, lo que facilita el acceso a la información y la participación de los agricultores interesados en estos proyectos.
El Foco en la Región del Maule
La región del Maule es una de las más beneficiadas por este plan, con un presupuesto base de $28.000 millones para los concursos de 2025. De estos fondos, el 70% se destinará a organizaciones de usuarios de agua y el 30% restante a proyectos de tecnificación del riego. El director ejecutivo de la CNR, Wilson Ureta, destacó la importancia de optimizar el uso del agua en esta región, que es crucial para la agricultura chilena.
El Maule es conocido por ser una de las zonas agrícolas más productivas del país, con cultivos de frutas, hortalizas y viñas que contribuyen significativamente a la economía local. Por ello, la inversión en infraestructura hídrica es esencial para asegurar el futuro de la agricultura en la región.
Mejorando la Calidad de Vida de los Agricultores
Los proyectos de riego no solo buscan aumentar la producción agrícola, sino también mejorar la calidad de vida de los agricultores. Las obras de infraestructura hídrica, como la construcción y reparación de canales, contribuyen a reducir los costos de mantención de los sistemas de riego, lo que permite a los agricultores acceder a agua de manera más eficiente.
Además, estas obras mejoran la convivencia entre los agricultores, ya que facilitan la gestión del agua y aseguran que todos los regantes reciban la cantidad adecuada de agua. Wilson Ureta enfatizó que estas mejoras también tienen un impacto positivo en la vida cotidiana de los agricultores, permitiéndoles trabajar durante el día y descansar por la noche, sin tener que preocuparse por las dificultades de gestión del agua.
El Canal Quillayes: Un Ejemplo de Colaboración y Reconstrucción
La inauguración del Canal Quillayes, que fue afectado por las inundaciones del 2023, es uno de los ejemplos más claros de los esfuerzos del Gobierno para reconstruir la infraestructura hídrica en las regiones afectadas. Este canal, que administra la Junta de Vigilancia del Río Lontué, tiene una extensión de aproximadamente 1 kilómetro y ha sido revestido para mejorar la seguridad hídrica de miles de regantes, especialmente aquellos de la pequeña agricultura.
El ministro de Agricultura destacó que los canales son las “arterias” que nutren la agricultura en todo el país, y en el caso del Maule, tienen un papel crucial en la economía local. Este proyecto fue financiado con una bonificación de cerca de $500 millones, lo que ha permitido mejorar el riego en cultivos de hortalizas, frutas y uvas viníferas.
Un Impacto Económico y Social
El Canal Quillayes y otros proyectos similares no solo mejoran la seguridad hídrica, sino que también tienen un impacto positivo en la economía local. En la región del Maule, la agricultura representa una parte fundamental del empleo y la producción económica. La mejora de la infraestructura de riego facilita la producción de cultivos de alto valor, como la cereza, que es un producto clave en la exportación chilena.
El alcalde de Sagrada Familia, Jorge Jorquera, señaló que el Canal Quillayes es “el motor de nuestra comuna”, y destacó la importancia de seguir avanzando en proyectos de infraestructura que beneficien a los agricultores. La colaboración entre el municipio, las organizaciones de usuarios de agua y la comunidad es esencial para garantizar el éxito de estos proyectos.
La Colaboración Entre el Gobierno y la Comunidad
El éxito de los proyectos de riego no depende solo del financiamiento estatal, sino también de la colaboración entre el gobierno, las organizaciones de usuarios de agua y las comunidades locales. En el caso de la región del Maule, la Junta de Vigilancia del Río Lontué ha jugado un papel clave en la gestión del agua y la implementación de proyectos de riego. La cooperación entre estas entidades permite una mejor planificación y ejecución de los proyectos, lo que asegura que los recursos se utilicen de manera eficiente y lleguen a quienes más los necesitan.
El ministro Valenzuela y el director Ureta coincidieron en que el trabajo asociativo es fundamental para garantizar el éxito de los proyectos de riego en todo el país. La participación activa de los agricultores y las comunidades locales es esencial para asegurar que los proyectos sean sostenibles a largo plazo.
El presupuesto histórico de $125.000 millones anunciado por la CNR para proyectos de riego en 2025 representa una inversión crucial en el futuro de la agricultura chilena. Con un enfoque en la optimización del uso del agua y la tecnificación del riego, el gobierno busca mejorar la productividad agrícola y la calidad de vida de los agricultores, especialmente aquellos de pequeña y mediana escala.
Los concursos de riego, los proyectos de innovación y la colaboración entre el gobierno y las comunidades locales son fundamentales para asegurar que los recursos se utilicen de manera eficiente y lleguen a quienes más los necesitan. En este sentido, la región del Maule, con su rica tradición agrícola, jugará un papel clave en la implementación de estos proyectos, que no solo beneficiarán a los agricultores, sino que también contribuirán al desarrollo económico y social de la región.