A la mayoría de los perros no les importa ensuciarse y permanecer sucios. De hecho, muchos parecen emocionarse al encontrar lugares olorosos en los cuales rodar —como animales muertos. Por el contrario, muchos dueños de mascotas preferirían no compartir su vida con perros que huelen mal o llenos de suciedad. Este es el momento de dar a tu perro una buena refregada. Aquí te enseñará algunas técnicas que harán que el proceso de bañar a tu perro sea tan fácil y libre de estrés como sea posible para ti y tu mascota.
Relaciona el baño con cosas buenas
Muchos perros ven el momento del baño como algo poco placentero. Esto involucra sujetarlos, empaparlos con agua (a algunos perros el agua realmente les desagrada), llenarlos de espumas perfumadas y agarrarlos de varias formas a veces incómodas. Sin embargo, puedes enseñarles a tolerar —incluso disfrutar— el baño.
El secreto es enseñar a tu perro que el baño siempre es seguido por cosas que le gusta. Si tu mascota aprende que la hora del baño indudablemente lleva a cosas maravillosas —como galletas especiales, nuevos juguetes masticables, el inicio de un juego favorito, una caminata por el parque o al almuerzo— pronto aprenderá a sentirse mejor con el baño. Y si se siente mejor con esto, también se comportará mejor. Esto hará que el momento de baño sea más fácil para ambos. Así, cada vez que bañes a tu perro, enséñale a asociar este momento con cosas que disfruta. Luego de ponerlo en la bañera, dale un sabroso premio, como un pedazo de pollo. Si tu mascota parece nerviosa por el agua que cae, dale un premio luego de abrir la llave. Luego de secarlo, invítale inmediatamente a disfrutar el divertido juego de tirar de la cuerda o dale varios de sus premios favoritos. Con la repetición, tu perro probablemente decida que bañarse es divertido, no aterrador ni estresante.
Ve lento y sencillo
Tomate el tiempo de introducir poco a poco el baño a tu perro. Antes de bañarlo, pasa un par de días sólo llevándolo al baño y colocándolo en la bañera. Dale un par de sabrosos premios y luego sácalo. Pasa algunos días más abriendo la llave o el rociador antes de darle los premios —aún no le des un baño real. Lo estás acostumbrando a las sensaciones y a los sonidos que involucra bañarlo. Luego de unos cinco días de acostumbrar a tu perro al escenario, puedes bañarlo de forma real. Recuerda darle premios durante el proceso, así como al finalizar el baño.
También es útil prestar atención a tu propia voz y a tu lenguaje corporal. Para que tu perro se mantenga relajado y calmado durante el proceso, tu también necesitas estás relajado y calmado. Cuando sea el momento del baño, acércate de manera calmada y háblale suavemente. Continua hablándole con una voz casual y felicítalo a lo largo del baño. Cuando apliques champú para perros y lo cubras con espuma, masajea su cuerpo tan suave como sea posible, manipula sus patas con cuidado y evita causarle incomodidad física.
Sobre cachorros
Si acostumbras a tu cachorro a los baños regulares, bañarlo cuando sea adulto será muy sencillo. Sigue los mismos consejos antes mencionados con tu cachorro. Enfócate en asociar el momento del baño con premios, juguetes y juegos. Introdúcelo de forma lenta y gentil a los sonidos y sensaciones del baño. Trae algunos juguetes para perros a la bañera, aliéntalo a que juegue con las burbujas y haz que este momento parezca un tiempo para jugar.
También vale la pena acostumbrar a tu cachorro a otros tipos de acicalamiento y manipulación. Cada día tómate el tiempo de acariciar todo su cuerpo. Manipula sus patas y sus garras, abre su boca y mira los colmillos, examina sus orejas, cepilla su piel, corta con cuidado sus garras, levanta y manipula su cola y suavemente abrázalo por algunos segundos. Inmediatamente después de esto, dale a tu cachorro su premio favorito o juega con él. Al igual que el baño, el objetivo es convencerlo de que sujetarlo y manipularlo resulta en buenas cosas. Si puedes construir sentimientos positivos en tu cachorro sobre el acicalamiento, manipularlo y acicalarlo será más fácil para los dos durante toda la vida.
Tiempo del baño
Debido a la actividad, la raza, la piel o el pelaje, algunos perros necesitan baños con más frecuencia que otros. Por ejemplo, el pelaje de algunos perros se vuelve grasos con rapidez, sin importar las actividades al aire libre. Otros perros permanecen bastante tiempo al aire libre y se ensucian rápido. Sin embargo, si bañas a tu perro con demasiada frecuencia, puedes causarle irritación a la piel, así que asegúrate de consultar con el veterinario para saber la frecuencia con que puedes bañar a tu perro.
Antes de empezar
- Cepilla a tu perro para sacar los pelos sueltos y los nudos de pelo. Esto puede reducir la cantidad de pelo que tu perro bota durante el baño y evitar mayores nudos, que puede ser doloroso desenredar.
- Evita llamar a tu perro cuando estás a punto de bañarlo. Acercarse cuando lo llamas siempre debe resultar en un premio para tu perro. Si lo llamas y se acerca corriendo y algo desagradable le sucede (como el baño), entonces aprenderá a no venir. En lugar de llamar a tu perro, sólo acércate a él de forma calmada. Cárgalo suavemente y llévalo al área del baño o usa una correa para llevarlo.
En la bañera
- Coloca un tapete de caucho en la bañera para evitar que tu mascota se resbale cuando entre. Esto evitará lesiones y ayudará a que se sienta más seguro durante el baño.
- Abre la llave y prueba la temperatura antes de colocar al perro en la bañera. Asegúrate de que esté tibia, ni muy fría ni muy caliente.
Humedece, enjabona, enjuaga y seca
Antes de abrir la llave, puedes colocar con cuidado una bola de algodón en las orejas de tu perro para evitar humedecerlas (si esto le molesta, salta este paso. Asegúrate de no mojar sus orejas). Primero, moja a tu perro. Puedes usar una taza o una jarra pequeña para echarle agua. También puedes utilizar un rociador que se ajuste al cabezal o al grifo. Es preferible comprar un rociador especial para bañar perros. Cuando tu perro esté completamente mojado, aplica champú desde el cuello hacia abajo y masajea suavemente su pelaje. A medida que lo llenas de espuma, toca a tu perro por todo el cuerpo. Si haces de esto un hábito, te familiarizarás con su cuerpo y podrás detectar cualquier cambio que pueda requerir atención médica, como bultos, hinchazón o inflamación en la piel, orejas u ojos o cualquier respuesta al dolor que pueda tener al tocarlo.
Ten cuidado de no dejar entrar agua o champú a los ojos, las orejas y la boca del perro. Utiliza una tela húmeda para limpiar cualquier suciedad de su hocico, cabeza, orejas y ojos. Luego de aplicar champú, enjuga bien el pelaje. El pelaje de la mayoría de los perros es más denso que el cabello humano, así que tómate cierto tiempo para garantizar que todo el champú haya salido. Si quedan residuos de champú, puede causar picazón. Luego de enjuagar, puedes utilizar un acondicionador para perros para humectar su piel y minimizar los nudos si tiene pelo largo. Luego del baño, debes secar completamente a tu mascota. Existen toallas superabsorbentes que pueden funcionar mejor que las toallas regulares. Algunos prefieren utilizar una secadora. Si prefieres intentar este método, debes acostumbrar a tu perro a la sensación del soplo de la secadora y a como esta suena. Asegúrate de utilizas la secadora en un nivel bajo para que no queme o seque la piel de tu perro.
Advertencia: es normal que los perros se froten contra el tapete, los muebles o el piso luego del baño. Si te preocupa que tu sillón se humedezca o que se cubra con césped o suciedad, mantenlo encerrado en un área segura, como la cocina, hasta que esté totalmente seco.
Fiesta postbaño
Ahora que has terminado de bañar a tu perro, celebrar garantiza que tu mascota piense que el momento del baño siempre conlleva algo divertido para él. Inmediatamente después, aliméntalo con algunos premios deliciosos y felicítalo con entusiasmo. Luego, si tu mascota está interesada, puedes jugar uno o dos de sus juegos favoritos, como jalar de una soga o buscar y traer algo.
Baños para perros: llama a los profesionales
Algunas personas prefieren contratar profesionales porque no tienen tiempo, herramientas o experiencia para acicalar sus perros. La mayoría de servicios de baño para perros incluyen cortar y dar forma al pelaje, desenredar y cepillar, eliminar matas, cortar las uñas y limpiar las orejas. Pide recomendaciones al veterinario, tus amigos y familia.
Al escoger uno de estos servicios, asegúrate de ser específico en la primera cita sobre lo quieres y no quieres que haga a tu mascota. Además, menciona que eviten procedimientos doloroso innecesarios, como cortar las garras demasiado cortas.
Luego de la primera cita, fíjate en el comportamiento de tu perro. Un poco de estrés es normal, ya que tu mascota acaba de tener una experiencia nueva y extraña. Sin embargo, si parece molesto o asustado, considera intentar con otro profesional o aprende a acicalarlo tú mismo, en la comodidad en tu casa.
Lo que NO debes hacer
- No castigues físicamente ni grites a tu perro si se resiste a bañarse. Hacer esto sólo hará que se sienta peor y probablemente empeorará su comportamiento.
- No fuerces a tu perro a bañarse si está obviamente asustado.