Las orquídeas son una de las flores más bellas del mundo, su perfume es tan sutil que casi no se percibe.Se estima que existen más de 35.000 especies pertenecientes a 750 géneros distintos, sin incluir los híbridos que pueden ser miles.La familia de las orquídeas se caracteriza por su bella flor, atrayendo a insectos para que distribuyan su polen.
La forma de atracción es distinta a las demás flores, ya que al insecto no le ofrecen nada a cambio (el néctar), solamente le engañan con el olor y la forma de la hembra del insecto polinizador.
Pertenecen a la familia Orchidaceae, del orden de las fanerógamas, de origen tropical y subtropical.
Se pueden clasificar en:
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Orquídeas epífitas:
Tienen raíces aéreas y necesidades hídricas escasas, obtienen el agua y la humedad del aire. Las vemos colgadas en árboles o arbustos.
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Orquídeas semiterrestes:
Viven en el mantillo del suelo o musgo de las piedras. Algunos géneros como Paphiopedilum Selenipedium, Phragmipedium y otras.
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Orquídeas terrestes:
Son aquellas que actúan como la mayoría de las plantas, con sus raíces insertas en la tierra, como la Bletilla striata, Chloraea, Phaius tankervillae, Cyclopogón.
La orquídea más admirada, más comercial y fácil de cultivar es la Phalaenopsis, de las epifitas.
Tienen una vida entre 3 y 7 años, floreciendo 3 o 4 veces por año.
Hay que abonarlas desde mediados de invierno hasta mediados de verano, una vez al mes, con fertilizantes formulados para orquídeas. Los otros meses no se abona.
Necesitan humedad ambiente alta.
No requieren sol directo durante los meses de verano pero sí una luz intensa, sobretodo en la época de floración.
Según la época del año, la planta necesita un riego por semana en los meses de invierno y 2 o 3 veces en los meses de verano. Esto dependerá de la variedad de orquídea que sea, por ejemplo, hay algunas que necesitan que el sustrato se haya secado para regarlas nuevamente, mientras que otras deben de mantener la humedad todo el tiempo, para eso hay que realizar un buen drenaje en la maceta y no acumular agua en el plato, así se evitará la putrefacción de las raíces.
Estas plantas son originarias de distintas zonas con temperatura variable. Muchas de ellas precisan una amplitud térmica alta entre el día y la noche para florecer (10ºC).
No toleran el ambiente cargado ni seco, porque necesitan un ambiente ventilado, evitando las corrientes de aire para no provocar la caída de los capullos.
El exceso de agua y la falta de ventilación producen un clima ideal para las enfermedades fúngicas.
De acuerdo a las variedades pueden ser atacadas por trips, araña roja, ácaros, pulgones, etc.
Las orquídeas se tienen que regar con agua que no sea salina ni calcárea, es decir, con agua de lluvia, agua de aire acondicionado, agua mineral neutra, etc.