Enero es perfecto para actuar y mejorar en todas esas cosas en las que pensamos en diciembre que podemos mejorar, y una de ellas es nuestra alimentación. Estoy segura que tú, como yo, no pudimos controlarnos mucho durante diciembre y, no solo eso, a lo largo del año cometimos algunos errores a la hora de alimentarnos por estrés, por gusto, por tiempo o cualquier otra razón que venga a tu mente. No te preocupes, lo bueno es que en este artículo te compartiré los mejores tips para mejorar tus hábitos alimenticios este año y todos los que siguen.
Haz tu lista
Lo primero que tienes que hacer es poner atención durante una semana de lo que comes y tomas, las horas a las que lo haces y la cantidad de lo que consumes. Es muy importante que tomes en cuenta hasta el vaso de agua que te tomas mientras estás en tu oficina trabajando y la manzana o papitas que comes cuando te da hambre en la tarde.
Subraya lo que está mal
Haz tu propio juicio y piensa qué de las cosas que consumes son benéficas para tu salud y cuáles no; lo mismo con las horas a las que lo haces. Así podrás darte cuenta de cuántas comidas al día haces y qué tan saludables son. También piensa si lo que consumiste se basa en las cualidades del plato del bien comer (muchos vegetales, cereales moderados y pocos productos de origen animal).
Analiza por qué lo haces
Muchas veces, comer de manera poco saludable, sale del alcance de nuestras manos y no lo podemos controlar por nuestros tiempos ajetreados de trabajo o responsabilidades diarias. Te recomiendo que analices por qué es que haces estas cuestiones que a tu juicio parece que están mal, tal vez puede ser que en una comida consumiste más alimentos de los que debías por estrés o simplemente te saltaste una comida sin darte cuenta porque tenías que terminar un pendiente muy importante.
Asesórate
Olvídate de las dietas milagrosas. Una vez que has hecho este análisis personal, es muy importante que vayas con un especialista y te asesores para que te aconseje sobre qué es lo mejor que puedes hacer y consumir de acuerdo a tus hábitos diarios de trabajo, de comida y de actividades en general. Recuerda que cada persona es diferente y tú necesitas cosas distintas que otras personas. Si crees que el estrés y tu ritmo de vida es uno de los factores más importantes, puedes preparar o comprar platillos y colaciones los fines de semana para dejar todo listo para los demás días. También puede ser que el estrés ocasione que comas de más, mi recomendación más importante es que despejes tu mente haciendo ejercicio o caminando una vez al día, por lo menos por unos minutos.
Piensa a futuro y motívate
Ya que has pensado qué puedes mejorar y cuentas con la asesoría de un profesional, estás listo para comenzar a mejorar tus hábitos alimenticios. Piensa a futuro y en todos los beneficios que puedes obtener al cambiar tus hábitos y actúa, sé constante y mantén tu fuerza de voluntad al máximo; acuérdate de pensar siempre en el futuro: te sentirás y verás mucho mejor que ahora.
Recuerda que lo más importante es que, mejorando tus hábitos alimenticios, estás dándole a tu cuerpo lo que se merece. Cuídate, quiérete y piensa en el tú que quieres ver en un futuro. No te olvides de ser constante porque, con cambiar tus hábitos alimenticios, podrás sentirte increíble.