Muchas veces, después de una mañana movida o de mucho estrés optamos por tomarnos una pequeña siesta para “recargar las pilas”. Sin embargo, las siestas no solo son minutos que uno se puede regalar a lo largo del día; en realidad, como lo sabían nuestra abuelas, las siestas tienen muchísimos beneficios a la salud.
Cuando se vive con estrés día a día y con constante actividad, no solo dentro del trabajo, sino también al llegar al hogar y prender la tele, o pasar horas frente a la computadora, el cuerpo y la mente se ven afectados por la constante estimulación, y a veces resulta más difícil descansar lo suficiente cuando finalmente se logra conciliar el sueño.
La falta de sueño, a su vez, puede traer serias consecuencias, como lo es la hipertensión. Las siestas ayudan a reparar esta situación; descansar entre 45 y 60 minutos al día puede ser un camino para prevenir y reducir la hipertensión y recuperarse para continuar con los pendientes a lo largo del día.
Por otro lado, también existen las famosas power naps, aquellas siestas que no duran más de veinte minutos.
Estas cortas siestas tienen muchos beneficios también, uno de ellos es “recargar la gasolina del cerebro”, para que surjan nuevas ideas y más creatividad. Asimismo, ayudan a bajar el consumo de cafeína que puede tener una persona a lo largo de su jornada laboral. Otros de los beneficios son:
Aminorar estrés. Los niveles de las hormonas de estrés se reducen; dormir aunque sea unos minutos te ayudará a sentirte refrescado y más enfocado a lo que tienes que hacer.
Estar más alerta y ser más productivo. Si tienes la oportunidad de cerrar los ojos por un momentito a media tarde, no solo estarás más alerta, sino que tu humor y tu eficiencia serán mejores. Los científicos han comprobado que tomar una siesta de veinte minutos aproximadamente 8 horas después de haberte despertado ayudará mucho más a tu estado mental y anímico, así como a tu stamina, que dormir 20 minutos más en las mañanas.
Mejorar la memoria y el aprendizaje. Dormir un ratito durante el día puede aumentar la capacidad de aprendizaje que tiene una persona. Se cree que al dormir, el cerebro protege sus conexiones para darle oportunidad a las neuronas para asimilar el nuevo conocimiento
Ayudar al funcionamiento del corazón. Echarse una siesta a lo largo del día ayudará a disminuir el riesgo de morir por enfermedades del corazón. Incluso, se calcula que el riesgo disminuye en 37% cuando se acostumbra tomar una siesta de 30 minutos 3 veces a la semana.
Aumentar la creatividad. Después de dormir profundamente toda una noche, las personas tienden a ser más imaginativas. El tomar el tiempo para dormir un rato durante el día es el equivalente a alejarse de un problema por un momento, lo cual puede ayudar a refrescar la mente y encontrar mejores ideas. Distráete un rato, y descansa -un poco de tiempo libre probablemente te ayudará a dar mejores resultados.