En un contexto de creciente tensión comercial, los aranceles propuestos por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podrían alterar drásticamente el suministro y los precios de productos frescos en el país. Si se concretara la propuesta de imponer un arancel del 25% a los productos agrícolas provenientes de México y Canadá, las consecuencias serían inmediatas y severas tanto para los consumidores como para el sector alimentario en general.
El Comercio Agrícola entre México, Canadá y Estados Unidos
México y Canadá son, con diferencia, los principales proveedores de productos agrícolas frescos para Estados Unidos, representando casi el 50% de las frutas y verduras importadas al país. Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y la Oficina de Aduanas, en 2023 los envíos agrícolas de estos dos países alcanzaron un valor cercano a los 86 mil millones de dólares. Este comercio es crucial no solo para la economía de México y Canadá, sino también para el abastecimiento de alimentos frescos en las mesas estadounidenses.
De hecho, alrededor de dos tercios de todas las importaciones de verduras y la mitad de las de frutas y frutos secos que recibe Estados Unidos provienen de México. Entre estos productos se encuentran algunos de los más consumidos en el país, como el aguacate, las fresas y las naranjas. De hecho, casi el 90% de los aguacates que consume Estados Unidos provienen de México, y hasta el 35% de su zumo de naranja tiene origen mexicano. En particular, las exportaciones de aguacate mexicano a Estados Unidos han aumentado un 48% desde 2019, consolidándose como un producto de alta demanda en el mercado estadounidense.
El Riesgo de Escasez y Aumento de Precios
La imposición de un arancel del 25% a los productos frescos de México y Canadá podría generar serias disrupciones en el abastecimiento de estos alimentos. El impacto sería especialmente notorio en productos como aguacates, fresas, y otros vegetales esenciales en la dieta diaria de los estadounidenses. Si los aranceles se aplican, los precios de estos productos aumentarán significativamente, y los consumidores podrían enfrentar escasez en las tiendas de comestibles y restaurantes, según advirtió Lance Jungmeyer, presidente de la Asociación de Productos Frescos de las Américas.
El aumento de precios podría generar una inflación alimentaria considerable, afectando de manera directa a las familias de clase media y baja, que dependen de estos productos frescos como parte importante de su alimentación. Esto también podría generar un aumento en la demanda de alternativas más baratas, como los productos en conserva o congelados, lo cual podría no ser tan saludable ni atractivo para los consumidores.
La Visión de Trump y las Críticas de México
Donald Trump ha argumentado que el aumento de los aranceles es una medida necesaria para frenar el tráfico de drogas y la migración ilegal desde México hacia Estados Unidos. El presidente electo ha declarado que, en su primer día en el cargo, firmará una orden ejecutiva que impondrá un arancel del 25% a todos los productos agrícolas que lleguen de México, Canadá y China. Esta medida, según Trump, es parte de su enfoque para controlar lo que considera prácticas comerciales desleales y problemas migratorios.
Sin embargo, los críticos de esta política, incluido el gobierno mexicano, han señalado que esta estrategia no abordaría de manera efectiva los problemas que Trump menciona. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha subrayado que elevar los aranceles no contribuiría a frenar la migración ilegal ni el consumo de drogas ilícitas en Estados Unidos, dos de los principales motivos que Trump ha utilizado para justificar sus acciones.
Consecuencias para el Sector Agroalimentario
La industria agrícola en Estados Unidos también se vería afectada de manera significativa. Los productores que dependen de la importación de productos frescos de México y Canadá enfrentan un panorama incierto. Los altos aranceles no solo encarecerían los costos de importación, sino que también podrían interrumpir las cadenas de suministro, especialmente si México y Canadá responden con medidas retaliatorias.
Un aumento en los aranceles podría desincentivar la inversión en el sector agrícola de estos países, lo que afectaría a los productores y a las economías locales. Además, la escasez de productos frescos podría llevar a una menor competencia en el mercado, lo que elevaría aún más los precios de los alimentos. En última instancia, las personas con menores recursos serían las más afectadas por esta situación.
La propuesta de Trump de imponer un arancel del 25% a los productos frescos de México y Canadá es un tema de debate intenso, con implicaciones significativas para la economía, el comercio y los consumidores. Aunque el objetivo declarado es proteger a Estados Unidos de prácticas comerciales que considera injustas, las consecuencias podrían ser perjudiciales para las familias estadounidenses, especialmente aquellas que dependen de productos frescos accesibles y de calidad.
Mientras tanto, los gobiernos de México y Canadá continúan expresando su rechazo a estas medidas, argumentando que no abordarán los problemas que Trump pretende solucionar. La situación está en constante evolución, pero lo que es claro es que este nuevo enfoque comercial tiene el potencial de transformar profundamente el mercado de productos frescos en Estados Unidos y afectar tanto a los consumidores como a los productores agrícolas.