En términos generales, viajamos a Europa, Asia o América Latina, y siempre nos encontramos con perros o gatos callejeros. Durante un viaje en Perú es posible encontrarse con un perro flaco, con los dientes imperfectos, con pelo solo en la cabeza y de color carbón oscuro. ¡Hemos encontrado al perro inca! Su raza es tan especial que el Congreso lo ha reconocido como patrimonio nacional en el 2001. ¡Qué tal perrito peruano!
El Perro Inca no es un cachorro común, y como no tiene pelo, atrae rápidamente la curiosidad de los viajeros. ¿Sabías que, además de su extraordinario físico, es muy juguetón, cariñoso y obediente?
Históricamente, el perro peruano sin pelo siempre tuvo un lugar importante, sobre todo en la época inca. Acompañaba a los mensajeros como perro de guardia, y antiguamente era el símbolo de ser el «guía de las almas en su viaje al más allá».
Y como no tiene pelo, su piel es muy vulnerable a la luz solar. Así, en la época inca, la gente del pueblo debía encerrar a sus perros por la noche para que los perros de los nobles puedan caminar libremente. También era para evitar los cruces entre los perros incas y otras razas menos nobles. Durante el día, fue todo lo contrario. Los perros de la gente estaban en la calle y los perros inca estaban encerrados. Sin embargo, estaban encerrados en condiciones de lujo: permanecían en la sombra, en una choza rodeada de orquídeas. Esta costumbre les valió, por otra parte, los sobrenombres de «perro de orquídea de los incas» y de «flor de la luna».
En cuanto al origen del perro inca, una de las hipótesis propone que el perro provenía de África y que había alcanzado el continente americano a través del estrecho de Bering, hace varios millares de años. Esto es bastante plausible y ayuda a explicar la presencia de muchos perros representados en la cerámica de diversas civilizaciones preincaicas.
En efecto, se encontraron representaciones en los restos de civilizaciones Chavín, Chimú (foto inferior), Chancay y Vicus. Sobre las representaciones, el perro está a menudo situado en el lugar donde tradicionalmente se encontraban el puma, la serpiente o el cóndor, grandes símbolos de la mitología. El perro peruano también estuvo presente en la cultura Mochica. Entonces, era un animal que sirvió tanto como perro guardián y como mascota. Este papel se ha confirmado durante la exhumación de la tumba del Señor de Sipán en 1987. En su interior, los arqueólogos encontraron junto al cuerpo del Señor de Sipán esqueletos de ocho agentes, dos mujeres y dos perros peruanos. Es un perro fiel a la muerte.
Por último, para aquellos que han sido encantados por este perro muy especial y que planean convertirse en sus dueños, deben saber que su color varía mucho en función del sol. De hecho, puede pasar en ciernes rosa al negro ébano. Si desea mantener su color rosado, puede mantenerlo en la sombra o salir por la noche, o recubrir el cuerpo con protector solar (¡sí!). Como dueño, puedes celebrar con orgullo el Día del Perro Inca el 12 junio.