El Plum Pox Virus (PPV), conocido por ser el agente causante de la enfermedad Sharka, ha representado una amenaza significativa para la industria frutícola a nivel global. Esta enfermedad afecta principalmente a los frutales de hueso, como las ciruelas, y se ha convertido en un desafío para los agricultores de varios países, especialmente cuando se detecta en frutas destinadas a la exportación. La propagación del virus puede tener efectos devastadores tanto en la calidad de los cultivos como en el comercio internacional de frutas. Frente a esta problemática, un grupo de científicos chilenos emprendió una investigación para estudiar el impacto de la temperatura de almacenamiento en la cantidad de virus presente en las ciruelas infectadas.
El estudio, dirigido por Mónica Madariaga, encargada del Laboratorio de Virología del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Platina, contó con la colaboración de Isabel Ramírez, Raúl Vega, Pablo Meza, Nelly Nova, Jessica Devia, Karina Sepúlveda y Bruno Defilippi. El objetivo principal de la investigación fue evaluar cómo las condiciones de almacenamiento en frío afectan la acumulación del RNA del PPV en ciruelas infectadas de la variedad Red Lyon, cultivadas en el Valle Central de Chile. Los resultados obtenidos han arrojado datos valiosos para la industria, especialmente en lo que respecta a la seguridad y la calidad de las frutas exportadas desde regiones afectadas por esta enfermedad.
Para llevar a cabo la investigación, el equipo de científicos chileno comparó tres grupos de ciruelas infectadas con el PPV, sometidas a diferentes condiciones de almacenamiento. El primer grupo consistió en frutas recién cosechadas (T1), mientras que los otros dos grupos correspondieron a ciruelas almacenadas a 0°C por períodos de siete días (T2) y 15 días (T3), respectivamente. El análisis se centró en la cantidad de RNA del PPV presente en las frutas después de estos períodos de almacenamiento.
Los resultados del estudio fueron reveladores y aportaron información clave sobre el comportamiento del virus en las frutas durante el almacenamiento en frío. En términos generales, los investigadores encontraron que las ciruelas almacenadas a bajas temperaturas presentaban una menor cantidad de RNA viral en comparación con las recién cosechadas. Específicamente, en la primera temporada de cosecha, las ciruelas almacenadas a 0°C por siete días (T2) mostraron una reducción del 50% en la cantidad de virus, mientras que las almacenadas durante 15 días (T3) tuvieron una disminución aún mayor del 61%. En la segunda temporada, la reducción de RNA viral fue del 45% para el grupo T2 y del 56% para el grupo T3.
Este hallazgo es especialmente relevante para la industria de la exportación de frutas, ya que sugiere que el almacenamiento en frío puede ser una estrategia efectiva para reducir la carga viral en las frutas infectadas por el PPV. La disminución del RNA viral implica que la posibilidad de transmisión de la enfermedad de Sharka a partir de frutas infectadas almacenadas por un mínimo de siete días a 0°C es significativamente baja. Este dato es crucial para las autoridades sanitarias y los productores, ya que puede contribuir a mitigar el riesgo de propagación de la enfermedad a mercados internacionales.
La importancia de este estudio radica no solo en los resultados obtenidos, sino también en las implicancias que tiene para la gestión de riesgos en la industria frutícola. La enfermedad de Sharka es conocida por su capacidad para transmitirse tanto por contacto directo entre plantas infectadas como por la acción de vectores como los pulgones. Sin embargo, los resultados del estudio sugieren que, al someter las frutas a almacenamiento en frío durante un período determinado, se podría reducir considerablemente la viabilidad del virus y, por ende, la posibilidad de transmisión a otros cultivos.
Este avance científico abre nuevas posibilidades para el control de la propagación del PPV y la protección de la industria frutícola ante la amenaza de la enfermedad de Sharka. Al considerar las interacciones entre el virus, los vectores y los huéspedes, el estudio subraya la importancia de implementar medidas de almacenamiento en frío como parte de las estrategias para garantizar la seguridad de la fruta de exportación. Además, los resultados pueden ser utilizados para informar las políticas sanitarias y las decisiones de los productores a la hora de gestionar los cultivos y las exportaciones de frutas infectadas.
En conclusión, el estudio realizado por el equipo chileno liderado por Mónica Madariaga ha aportado información valiosa sobre el efecto del almacenamiento en frío en la reducción del RNA del Plum Pox Virus en ciruelas infectadas. Estos hallazgos son fundamentales para la gestión de riesgos en la exportación de frutas y podrían tener un impacto positivo en la industria frutícola a nivel mundial. A medida que el cambio climático y otros factores continúan afectando las condiciones de cultivo, investigaciones como esta son esenciales para mantener la competitividad y la seguridad sanitaria de los productos agrícolas.