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Evaluación Ambiental del Proyecto “Desaladora de Coquimbo”

noviembre 29, 2024

El proyecto “Desaladora de Coquimbo” representa una iniciativa de gran relevancia para el abastecimiento de agua multipropósito a las comunas de Coquimbo y La Serena, en la Región de Coquimbo. Este ambicioso proyecto contempla la construcción y operación de una planta desaladora de agua de mar, junto con obras complementarias que abarcan una superficie total de 22,5 hectáreas, distribuidas entre instalaciones permanentes y temporales.

En el marco del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), se llevó a cabo una evaluación detallada de las implicancias ambientales de este proyecto, incluyendo una visita en terreno entre los días 12 y 14 de noviembre. Esta actividad, coordinada por los equipos de Evaluación de Excepcionalidad (Art. 19 de la Ley 20.283) y la Gerencia de Evaluación y Fiscalización de Ecosistemas, se centró en analizar los bosques nativos de preservación en la subsubcuenca “Estero El Culebrón y Quebrada El Romeral”, situada en las comunas de Coquimbo y La Serena, con especial atención al cumplimiento del Permiso Ambiental Sectorial (PAS) 150.

Un análisis detallado en terreno

Durante los dos primeros días de la visita, los equipos inspeccionaron los diversos puntos clave dentro del área de influencia del proyecto, evaluando las áreas con presencia de bosques nativos de preservación. Entre las principales preocupaciones se encontraba el impacto potencial sobre la especie guayacán (Porlieria chilensis), una especie emblemática de la región que juega un papel vital en el ecosistema local. Se buscó determinar si la construcción del proyecto podría poner en riesgo la continuidad de esta especie dentro de la cuenca.

El 14 de noviembre, en la tercera jornada de la inspección, se centraron en revisar las áreas destinadas a la planta desaladora, las zonas de lanzamiento, y las obras asociadas, como las tuberías y las fajas de servidumbre de las líneas de transmisión. Este recorrido incluyó un análisis exhaustivo de los impactos directos e indirectos que estas estructuras podrían generar en el entorno.

Especies en riesgo y medidas de mitigación

Uno de los hallazgos más significativos fue la identificación de una gran cantidad de individuos de lucumillo (Myrcianthes coquimbensis), una especie clasificada como en peligro según el Reglamento de Clasificación de Especies Silvestres (RCE). Adicionalmente, se observó la presencia de Eulychnia breviflora, catalogada como en Preocupación Menor (LC), junto con otras especies vegetales características del área de influencia.

La protección de estas especies es un desafío prioritario para garantizar que el proyecto cumpla con los criterios ambientales establecidos. En este contexto, se evaluó un área específica destinada a implementar medidas que aseguren la continuidad de la especie guayacán en la cuenca. Estas acciones buscarán compensar los impactos negativos derivados de la ejecución del proyecto, asegurando un equilibrio entre el desarrollo y la preservación ambiental.

Tecnología y metodología aplicada

La visita en terreno incluyó recorridos pedestres, apoyados por dispositivos electrónicos y GPS, para registrar con precisión la ubicación y características de las áreas inspeccionadas. Además, se establecieron parcelas específicas para determinar la cobertura arbórea y la densidad de especies, permitiendo recopilar datos clave que alimentarán el proceso de evaluación.

Este enfoque metodológico asegura que la información recolectada sea precisa y permita la correcta tramitación de los Permisos Ambientales Sectoriales asociados al proyecto, en especial el PAS 150. Este permiso es esencial para garantizar que los impactos sobre la flora y vegetación sean gestionados adecuadamente.

El siguiente paso: análisis en gabinete

Concluida la visita en terreno, los equipos técnicos iniciarán un proceso de análisis en gabinete para elaborar el pronunciamiento institucional sobre el EIA del proyecto. Este documento deberá integrar una revisión exhaustiva y alineada con los criterios normativos vigentes, asegurando que las medidas de compensación y mitigación propuestas sean suficientes para preservar los ecosistemas afectados.

La correcta evaluación y determinación de los PAS asociados, particularmente el PAS 150, será crucial para asegurar que el proyecto “Desaladora de Coquimbo” logre un equilibrio entre el desarrollo de infraestructura hídrica y la protección de las especies nativas. Este esfuerzo representa un ejemplo significativo de cómo el desarrollo puede y debe ser compatible con la preservación del medio ambiente.