En todos los círculos sociales existe el que va al gimnasio todos los días, compra productos orgánicos o que simplemente se decidió a cumplir su meta de bajar de peso y ha adquirido hábitos mucho más saludables. Seguramente conoces a alguien o te has identificado con alguno de estos puntos. Sí tu caso es el segundo, ¡felicidades porque vas por buen camino! ¿Pero qué pasa cuando todos prefieren huir cada vez que ven a esa persona porque, fuera de ser un modelo a seguir, se ha convertido en un dolor de cabeza y critica o “regaña” a todos los que no comen o se ejercitan como él/ella? Hoy te daré algunos tips para que no caigas en el síndrome del nuevo(a) flaco(a):
- Modera tus publicaciones en redes sociales: Evita llenar todos los días tu Instagram o Facebook de fotos de comida, tus licuados antes del gym, tus rutinas, etc. De vez en cuando está bien poner algo, pues los likes y comentarios te pueden servir como motivación, pero si lo haces demasiado dejarás de hacerlo interesante.
- No opines si no te lo piden: Recuerda que “consejo no pedido se puede tomar como agresión”, así que evita comentarios como: “¿Sabes cuántas calorías tiene esa pasta?”, “¡esos jugos son malísimos!” o “¡¿estás seguro que te vas a comer esa hamburguesa?!”. También piensa que mucho está en la forma como lo dices.
- No abuses de la ropa ajustada: Si ves resultados satisfactorios en el gym, créeme que TODOS lo notarán. Si bajas de peso únicamente cambia tu talla de ropa, si ésta tiene el fit correcto lucirás tu cuerpo y te verás mucho más estilizado(a) sin necesidad de prendas escotadas o exageradas.
- Haz comentarios positivos: Si tú ya descubriste lo maravilloso que es adoptar un estilo de vida saludable y los múltiples beneficios que esto conlleva, se vale que lo digas y motives a otras personas, encuentra una forma de hablar que enamore pero nunca trates de presumir.
- Hablar todo el tiempo de lo delgada que eres ahora: Y compararte todo el tiempo con lo que eras antes. Está increíble que celebres tus logros pero nadie quiere escuchar a una persona monotemática que solo quiere que le digan lo bien que se ve.