En un evento realizado en el Centro Regional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Cruz, se presentaron los resultados de dos proyectos clave financiados por el Gobierno Regional de Valparaíso. Estos proyectos, que están orientados a enfrentar los desafíos del cambio climático y promover una agricultura más eficiente y sostenible, destacan como ejemplos de la sinergia entre la investigación científica, el trabajo local de los agricultores y el apoyo del gobierno regional.
El Compromiso del Gobierno Regional con la Sostenibilidad
Ambos proyectos fueron financiados por el Gobierno Regional (GORE) de Valparaíso a través del Fondo de Innovación para la Competitividad y el Desarrollo (FIC-R). Durante la ceremonia, el Gobernador Regional de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, subrayó la relevancia de estas iniciativas, las cuales incluyen la producción de flores de corte hidropónicas con manejo agroecológico en Petorca y la adaptación de la agricultura familiar campesina a condiciones climáticas adversas en Longotoma. Mundaca destacó la importancia de la agricultura como un pilar económico y de soberanía alimentaria para la región, haciendo énfasis en el compromiso del GORE con la pequeña agricultura, la seguridad alimentaria y la sustentabilidad.
El gobernador resaltó el rol fundamental de los agricultores locales y la colaboración entre el INIA y el Gobierno Regional para desarrollar soluciones innovadoras que promuevan un uso más racional de los recursos naturales, a la vez que sustituyen insumos químicos por bioinsumos, lo cual es clave para enfrentar los impactos del cambio climático.
Proyectos Destacados
Producción de Flores Hidropónicas con Manejo Agroecológico en Petorca
Uno de los proyectos que más destacó fue la implementación de un sistema productivo de flores de corte hidropónicas. Este proyecto, denominado “Transferencia e Implementación de un Sistema Productivo de Flores de Corte Hidropónicas”, busca optimizar el uso de recursos naturales, particularmente el agua, un recurso escaso en muchas zonas del país. En comparación con los métodos tradicionales que requieren 30 minutos de riego diario, el sistema hidropónico solo necesita cinco minutos de riego tres veces por semana, lo que representa una reducción drástica en el consumo de agua.
Este sistema no solo mejora la eficiencia en el uso del agua, sino que también contribuye a la calidad de vida de los productores, al reducir problemas como las malezas y facilitar las labores agrícolas, gracias a su diseño ergonómico. Además, se implementaron unidades demostrativas en cuatro localidades del Valle de Longotoma: Las Parcelas, El Guindo, El Trapiche y Santa Marta. Estas unidades fueron el centro de capacitaciones en estrategias de manejo integrado de plagas, lo que permitió a los productores mejorar la calidad estética de flores como los claveles y los crisantemos.
Con una inversión de 100 millones de pesos, este proyecto se ejecutó en un período de 25 meses y, a través de las capacitaciones, se ofrecieron soluciones tecnológicas prácticas que están transformando la floricultura en la región, especialmente en lo que respecta al uso del agua y la sostenibilidad de las prácticas agrícolas.
Adaptación de la Agricultura Familiar Campesina en Longotoma y Petorca
El otro proyecto destacado fue el “Diseño e Implementación de una Solución de Adaptación de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y Producción Agrícola en el Escenario de Cambio Climático”, que se llevó a cabo en las provincias de Petorca y San Felipe. Este proyecto se centró en tres estrategias clave para mejorar la resiliencia de los pequeños agricultores frente a las condiciones climáticas extremas:
- Diversificación de Especies: Se introdujeron cultivos adaptados a las nuevas condiciones climáticas, como olivos e higueras, que son más resistentes a las variaciones del clima.
- Prácticas Agroecológicas: Se promovió el aumento de materia orgánica en los suelos, lo que mejoró la infiltración y el almacenamiento de agua, factores cruciales para la sostenibilidad de la agricultura.
- Gestión Eficiente del Recurso Hídrico: A través de tecnologías avanzadas como el riego por goteo subterráneo y los acumuladores de agua, los agricultores pudieron gestionar el agua de manera más eficiente.
Gracias a estas estrategias, la productividad de cultivos como los olivos y las higueras aumentó considerablemente, lo que no solo mejoró la rentabilidad de los productores, sino que también fortaleció su capacidad para enfrentar los efectos adversos del cambio climático.
Testimonios de los Agricultores: La Transformación de la Agricultura Local
Durante el evento, varios agricultores compartieron sus testimonios sobre cómo estos proyectos han impactado positivamente en sus vidas y en sus prácticas agrícolas.
Marjorie Herrera, una agricultora de Santa María, destacó el impacto positivo del proyecto en su comunidad, especialmente en el manejo del agua. “Enfrentamos problemas críticos de escasez hídrica, y gracias a la implementación de un sistema de cisterna flexible, podemos almacenar y distribuir agua de manera más eficiente. Esto ha mejorado significativamente la producción de nuestros cultivos de olivos, higueras y tunales”, explicó Herrera. Su experiencia resalta la importancia de soluciones prácticas y accesibles para enfrentar los problemas hídricos, una de las principales preocupaciones de los agricultores en la región.
Ricardo Flores, un floricultor de Santa Marta en Longotoma, también compartió su experiencia con el sistema hidropónico. “Este sistema me ha traído un gran alivio. Es más cómodo para trabajar, elimina problemas como la maleza y el fusarium, y mejora la calidad de vida para mí y mi señora. Aunque no produzca tantas varas, prefiero la tranquilidad que me brinda este método, sobretodo a nuestra edad”, dijo Flores. Su testimonio refleja cómo las innovaciones tecnológicas no solo mejoran la productividad, sino que también facilitan la vida de los agricultores, especialmente los de mayor edad, que buscan métodos más sencillos y eficientes.
Leslie Vergara, una agricultora orgánica de Panquehue, relató cómo transformó su predio familiar en un modelo de producción sostenible. Tras años de trabajar en la agricultura convencional, Leslie decidió dar un giro hacia la agricultura orgánica. Hoy, su predio de siete hectáreas está certificado como orgánico y maneja cultivos biointensivos, como espinaca, cilantro y zanahorias. Además, su modelo se ha expandido a la producción de frutales. Con el respaldo del INIA y el INDAP, Leslie ha podido equiparse con infraestructura moderna y recibir asesoría técnica, lo que ha permitido que sus productos lleguen a mercados orgánicos y ecoferias en Santiago y otras comunas. “Si todos los agricultores adoptaran estas tecnologías, viviríamos en un mundo más consciente y amigable con el medioambiente”, afirma Leslie, quien también se ha convertido en un ejemplo de la viabilidad de la agricultura sostenible.
Avances, Retos y el Futuro de la Agricultura Sostenible
Rubén Palma, Subdirector de Investigación y Desarrollo del INIA La Cruz, expresó su satisfacción por los avances logrados, destacando la importancia de la colaboración entre los agricultores y las instituciones de investigación. Sin embargo, también señaló que aún hay áreas de mejora, especialmente en la formación continua de los productores y en la expansión de estas tecnologías a un mayor número de agricultores. “Capacitamos a más de 70 productores y transferencistas en tecnologías que están siendo probadas en terreno. Aunque hay espacios de mejora, estos avances son un ejemplo de cómo la ciencia puede aportar soluciones prácticas a los desafíos de la agricultura”, indicó Palma.
El evento también subrayó la necesidad de continuar avanzando en el monitoreo climático, el fortalecimiento de la tecnología aplicada y la generación de segundas etapas para estos proyectos. Según Palma, el trabajo con el Gobierno Regional debe enfocarse en cerrar brechas de información climática y promover una agricultura más sostenible que prepare a los agricultores para los desafíos futuros.
Los proyectos presentados en este evento en Valparaíso son ejemplos claros de cómo la investigación científica y la innovación tecnológica pueden contribuir significativamente a mejorar la productividad y sostenibilidad de la agricultura frente al cambio climático. La colaboración entre agricultores, instituciones de investigación como el INIA y el Gobierno Regional ha sido clave para implementar soluciones prácticas y efectivas en la región. No obstante, para lograr una verdadera transformación en la agricultura chilena, es necesario seguir impulsando políticas públicas que fomenten la adopción de estas tecnologías a gran escala y continúen apoyando la formación de los productores en prácticas agroecológicas y sostenibles.