El Gobierno de Chile, en un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) del Ministerio de Agricultura, ha iniciado la ejecución de un plan estratégico de cortafuegos en la Región del Biobío. Esta medida busca prevenir y mitigar los incendios forestales, un problema recurrente y devastador en la zona. Este ambicioso proyecto contempla la construcción de 670 kilómetros de cortafuegos, una de las principales iniciativas del Plan Nacional de Prevención, Mitigación y Combate de Incendios Forestales 2024-2025, lanzado en octubre por el Presidente Gabriel Boric.
Avances y Coordinación Interinstitucional
La ejecución de este plan refleja un alto grado de coordinación entre instituciones públicas y privadas. El delegado presidencial regional, Eduardo Pacheco, acompañado por el seremi de Obras Públicas, Hugo Cautivo, y el director regional de CONAF, Alberto Bordeu, inspeccionaron recientemente los trabajos de construcción de cortafuegos en la Ruta O-680, en el sector Agua de la Gloria-El Queule, en la comuna de Concepción. Según Pacheco, el avance en la ejecución de estos trabajos muestra resultados prometedores:
“El MOP ya ha alcanzado cerca del 70% de avance en las áreas asignadas, mientras que CONAF ha progresado en más del 40%. Este es un esfuerzo que debe ser continuo, preventivo y de acción directa en el territorio”, afirmó.
La planificación conjunta involucra no solo a las instituciones estatales, sino también a municipios, empresas privadas y particulares. Este enfoque integral es clave para abordar la complejidad de los incendios forestales, que han sido un problema crítico en años recientes.
Un Compromiso Ampliado: Más Allá de los 670 Kilómetros
El seremi del MOP, Hugo Cautivo, destacó que, además de los 670 kilómetros comprometidos, se han añadido 250 kilómetros adicionales de limpieza de fajas. Esta medida busca reducir la intensidad de la maleza y minimizar el riesgo de propagación de incendios en las rutas concesionadas de la región. Cautivo enfatizó que el aprendizaje obtenido tras los incendios de 2023 y 2024 ha sido crucial para mejorar la estrategia de prevención:
“Este esfuerzo busca enfrentar condiciones climáticas adversas con una infraestructura más preparada. La limpieza de fajas es esencial para disminuir los combustibles vegetales que alimentan los incendios forestales”.
Prioridades en la Región del Biobío
La ejecución de los cortafuegos se ha priorizado por provincias, comenzando en Biobío, seguida por Concepción y finalmente Arauco, debido a sus características climáticas y niveles de humedad. Según el director regional (i) de CONAF, Alberto Bordeu, este enfoque permite un uso más eficiente de los recursos, atacando los sectores con mayor riesgo por la acumulación de pastos secos y otros combustibles vegetales.
“Se han programado cortafuegos en rutas clave, teniendo en cuenta la ocurrencia histórica de incendios y el orden de propagación esperado”, explicó Bordeu.
Llamado a la Prevención y la Denuncia
Un dato alarmante es que el 99,7% de los incendios forestales son provocados por la acción humana, ya sea de forma directa o indirecta. Por ello, las autoridades han reforzado el llamado a la ciudadanía para denunciar situaciones sospechosas al número de emergencia de CONAF: 130.
La prevención es fundamental, especialmente en un contexto donde las altas temperaturas y la sequedad del terreno incrementan el riesgo. Según Bordeu:
“Eliminar los pastos secos y reducir los combustibles vegetales en zonas críticas son acciones prioritarias. Este trabajo conjunto entre gobierno, empresas y ciudadanía es clave para enfrentar los desafíos climáticos que se avecinan”.
Impacto Social y Ambiental
Los incendios forestales no solo afectan el medio ambiente, sino también a las comunidades locales, la economía y la biodiversidad. La construcción de cortafuegos es una medida tangible para mitigar estos impactos, pero requiere un compromiso continuo y sostenido por parte de todos los actores involucrados.
Además, esta iniciativa tiene un componente educativo. Informar a la población sobre los riesgos asociados a los incendios forestales y fomentar prácticas responsables son pasos fundamentales para reducir las estadísticas de incendios provocados por descuidos o acciones deliberadas.
Proyecciones para 2025
El Plan Nacional de Prevención, Mitigación y Combate de Incendios Forestales 2024-2025 es un esfuerzo ambicioso que no solo se limita a la Región del Biobío, sino que busca establecer un precedente para el resto del país. Con un enfoque preventivo y una planificación detallada, el gobierno espera reducir significativamente los daños causados por incendios en los próximos años.
El trabajo planificado hasta marzo de 2025 será crucial para evaluar la efectividad de estas medidas y determinar los ajustes necesarios. La colaboración entre el MOP, CONAF, municipios y empresas privadas continuará siendo un pilar fundamental en este esfuerzo.
El trabajo en cortafuegos en la Región del Biobío representa una respuesta proactiva y coordinada a la amenaza de incendios forestales. Con avances significativos en la construcción de 670 kilómetros de cortafuegos y 250 kilómetros adicionales de limpieza de fajas, Chile está demostrando un compromiso sólido con la protección de su población y su entorno natural. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá en gran medida de la colaboración continua entre gobierno, empresas y ciudadanos, así como de una cultura de prevención y denuncia activa frente a situaciones de riesgo.
El Plan Nacional de Prevención no es solo una medida práctica, sino también un recordatorio de que la protección de nuestros recursos naturales es una responsabilidad compartida. A medida que el país se enfrenta a desafíos climáticos cada vez más intensos, iniciativas como esta muestran el camino hacia un futuro más seguro y resiliente.