Esta “semilla mágica”nos ofrece múltiples beneficios, entre ellos la prevención del estreñimiento y de las enfermedades del corazón, motivos suficientes para hacerla parte de nuestra dieta.
En el Perú, la linaza se ha consumido desde hace años atrás como ingrediente del emoliente, una de nuestras bebidas tradicionales. Es la linaza quien le otorga esa textura espesa, consecuencia de la fibra soluble (mucílago) que contiene.
La linaza es la semilla de una planta herbácea llamada Linum usitatissimum, comúnmente conocida como lino. Afortunadamente, el lino crece en casi todos los climas, por lo que podemos encontrarlo en Canadá, Estados Unidos, Argentina, Perú, Francia, Rusia, entre otros países, siendo Canadá el principal productor.
¿Qué beneficios posee?
Como ya se dijo anteriormente, la linaza posee fibra soluble, la cual cumple un papel vital en el intestino. Los microorganismos presentes en el colon se encargan de fermentar esta fibra, produciendo tres Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC): ácido butírico, ácido acético y ácido propiónico. El primero de ellos sirve de energía empleada para la reproducción de células sanas del colon, evitando así diversas enfermedades. Por otro lado, la fibra soluble tiene la capacidad de absorber agua, por lo que es empleada para regular el tránsito intestinal. Por último, la linaza disminuye parcialmente la absorción de colesterol, al bloquear su reutilización y reducir su circulación enterohepática. Por esta razón, es empleada para prevenir enfermedades cardiovasculares e hipercolesterolemias.
Además de la fibra soluble, posee también fibra insoluble, la cual se encarga de limpiar el intestino, aumentar el movimiento peristáltico y reducir el tiempo de tránsito intestinal, previniendo así el estreñimiento.
Posee ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3, 6 y 9, todos ellos son reguladores de la inflamación. Por ello, ayuda a evitar enfermedades cardiovasculares y protege la función neurológica. El omega 3 también es empleado en la medicina “antiaging” (antienvejecimiento), ya que evita el envejecimiento prematuro de las células al proteger los telómeros de los cromosomas.
¿Cómo la podemos consumir?
- En refrescos, como el emoliente. También la puedes agregar a tus refrescos habituales -limonada, chicha, agua de frutas o infusiones- ya que no cambia el sabor de las bebidas.
- En granolas o cereales de desayuno.
- Acompañando ensaladas de frutas, yogurt o leche.
- En postres: adicionar ½ taza de linaza a un arroz con leche, un keke o unas galletas, los hará más nutritivos.