Así que te asoleaste y no te protegiste lo suficiente por lo que ahora te arde todo el cuerpo ¿eh?… Como seguramente ya sabes el daño que causa el sol sobre la piel ya no te digo nada y mejor te presento algunos remedios sencillos para aliviar las molestias y evitar infecciones, cicatrices o complicaciones.
¡Lo primero!
Antes que nada debes tomar un baño con agua fría para bajar la temperatura de tu cuerpo y aliviar temporalmente el ardor de la piel. Una vez hecho esto, puedes recurrir a alguno de estos métodos:
La medicina
Toma dos analgésicos cada seis horas para disminuir el ardor y el dolor. Lo mejor son las aspirinas. Si tienes ampollas deberás limpiarlas con agua oxigenada y después aplicar una pomada antibacteriana para evitar que se infecten. Aplica esta pomada dos o tres veces al día hasta que se sequen.
Nota: Si presentas ampollas seguramente se trata de una quemadura de segundo grado. No trates de reventarlas ya que pueden infectarse o causar cicatrices o problemas más severos en tu piel. Consulta a tu médico lo antes posible.
Lo típico
Como todo mundo sugiere, aplica leche fría sobre la piel. Puedes mojar servilletas de papel o toallas limpias y colocarlas sobre la piel quemada. La leche funciona como un agente anti-inflamatorio y al estar fría sentirás alivio sobre tu piel.
Aloe natural
Seguramente has escuchado muchas veces que el aloe es buenísimo para nutrir y reparar la piel, especialmente cuando ha sufrido daños causados por el sol. Si tienes acceso a una planta de aloe vera o sábila, toma una hoja, córtala transversalmente y coloca la parte interna (el gel) sobre tu piel. Sentirás alivio inmediato y tu piel absorberá los nutrientes.
Té de manzanilla helado
El ácido tánico del té permite secar las ampollas y reducir la inflamación de la piel. Después de hervir el té, baja la temperatura aplicando hielos. Una vez que el líquido esté frío, aplícalo suavemente sobre tu piel con ayuda de una esponja o toalla limpia. Si lo prefieres puedes aplicarlo directamente sobre tu piel.
Vinagre
Diluye una tapa (20 ml) de vinagre en medio litro de agua fría y remueve. Moja toallas de papel o de tela limpia con esta mezcla y luego colócalas sobre la piel afectada. El vinagre actuará como agente antibacteriano y aliviará las molestias.
No te olvides de…
¡Tomar mucha agua! Recuerda que tu cuerpo y tu piel se han deshidratado con el sol. Tomar suficiente agua natural ayudará a la recuperación de tu piel.
NOTA: Ninguno de estos remedios sustituye la revisión y atención médica profesional. Si presentas ampollas en una zona muy amplia o síntomas secundarios como fiebre, náuseas o escalofríos acude inmediatamente al doctor.
Para que no te vuelva a pasar, recuerda que es básico usar bloqueador solar al exponerte al sol. ¡Tu piel te lo agradecerá!